Primero pido disculpas por no haber terminado mi historia de la expe al Lhotse de 2017. Cuando volví a casa estaba exhausta por una gastroenteritis que duro 14 dias, me hizo perder 6 kilos y estaba triste por como nuestra expe había concluido. Luego unas semanas después estaba shockeada y devastada por la perdida de mi compañero de escalada Mariano Galvan en Nanga Parbat. Mariano estaba entrenando para el Nanga escalando conmigo el Lhotse. El me estaba ayudando a cumplir mi sueño que el previamente había cumplido al subir Everest y Lhotse sin O2.
Todavia no me parece real que no lo vaya a ver mas pero me parece importante terminar nuestra historia y destacar que impresionante e inspirador escalador el era. Así que comienzo donde dejé en mi ultimo blog.
Mariano y yo regresamos al campo base y fue un arduo camino para mi. Yo no tenia energías y todavía tenia gastroenteritis, estaba incluso peor que cuando deje el campo base una semana atrás. Tuve que hacer el trekk en dos días en vez de uno porque estaba muy débil. Los dos habíamos perdido un poco de aclimatación por haber pasado una semana a 4400 msnm. Para ser honesta no me sentía muy optimista de tirar cumbre a esta altura. Por supuesto podría haber elegido usar O2 para ayudar mi ascenso e incrementar mis chances pero no estaba interesada en renunciar a mi meta principal. Fui a emergencias de nuevo y me dijeron que no estaba tomando el antibiótico correcto. Debia tener giardia o algún infección por parasitos. Asi que me dieron algunas docenas de pastillas para giardia y dos tabletas extra de antibióticos. Tenia 6 tabletas en una y era como una bomba. Estuve con dolor de panza toda la noche pero a la mañana siguiente milagrosamente la gastro había desaparecido finalmente. Fue un gran alivio pero también estaba decepcionada porque había pasado 14 dias enferma y perdido 6 kilos en el proceso, porque no había comido bien y había perdido parte de mi estado físico también. Asi y todo quería escalar tan alto como pudiera y ver hasta donde podía llegar.
Como Mariano y yo teníamos en claro que probablemente no lograría hacer cumbre, dimos con un plan para que el pudiera aclimatar bien para el Nanga. El iba a dejar campo base a las 5 pm y tirar para arriba de una para ver que tan lejos podía llegar de un tirón. Como habíamos perdido gran parte de la aclimatación en altura no sabíamos si iba a ser capaz de clavar la cumbre o no. De todos modos iba a intentarlo! De todos modos iba a ser un gran entrenamiento para el.
El plan para mi era ir la mañana siguiente a través de la cascada de hielo a campo 2 y encontrarlo ahí. Podríamos luego ir juntos para arriba y ver que tan alto podía yo llegar. Estaba un poco preocupada acerca de cruzar la cascada de hielo sola ya que algunos tramos de escaleras no los había cruzado sin que me tengan las cuerdas. Esto te mantiene estable y evita que te caigas. Estaba nerviosa de hacerlo sola con mi mochi pero también excitada. Los escaladores españoles en el base estaban preocupados por mi así que tome prestada una radio de mi amigo Tendi Sherpa y si hacia falta se organizaba un rescate para irme a buscar. Eso fue una buena ayuda. Mariano salió a las 5 pm y yo parti también sola a las 2 am del dia siguiente. Fue zarpado escalar la cascada de hielo por mi misma. No iba tan rápido como habitualmente porque la enfermedad me dejo débil. A pesar de todo lo hice bastante bien. Había una grieta con 3 escaleras unidas para poder atravesarlo. Esto era lo que mas me preocupaba hacer sola. Estiré bien las cuerdas para no bandearme cuando las cruzaba. Básicamente mantuve la respiración mientra cruzaba para no perder el balance ni la concentración. Una vez que crucé, me sentí aliviada porque sabia que este era el gran punto a cruzar. Llegué a campo dos muy cansada a la carpa y pensé que iba a encontrar a Mariano allí. Pero no. Pregunte si alguien lo había visto. Me dijeron que había ido al campo 3 de la cara del Lhotse a rescatar a un argentino llamado Germán, que había sido abandonado por su sherpa. Aparentemente había sufrido congelaciones en sus dedos por haber perdido los mitones y no había bebido ni comido por dos días tratando de bajar por si mismo. No paso mucho hasta que Mariano apareció por la carpa lleno de historias sobre el Lhotse y el rescate. Estaba completamente agotado.
Se las había arreglado para llegar de un tirón hasta los 8050 msnm del Lhotse en 20 hs. En ese punto se dió cuenta que no estaba lo suficientemente aclimatado como para seguir hasta la cumbre y regresó. Bajó hasta campo 2. Luego el guía de montaña Willie Benegas le pidió que vaya en ayuda de un escalador llamado Germán que estaba en campo 3. Estaba perdido en la montaña hacia 2 dias aparentemente. Nadie mas estaba listo para subir en su ayuda porque todo el team de Willie venia bajando de la cima de Everest cansado. Entonces Mariano, a pesar de que también estaba exhausto, dió media vuelta y fue hacia arriba de nuevo.
Encontró a German en campo 3 a 7200 msnm, le dió agua y comida y lo ayudó a bajar a campo 2 básicamente salvando su vida. Un helicóptero vino cuando yo estaba llegando y se llevo a Germán primero al base y luego a Khatmandu. Esta sobrehumana demostración de aguante pero también de importarle mucho los demás pinta a Mariano como era. Un escalador extremandamente talentoso y fuerte a grandes alturas. A través de los años el ha sido el único lo suficientemente fuerte para ayudar en este tipo de rescates a grandes alturas y salvar muchas vidas en la montaña. El estaba exhausto pero no le importó y asi y todo fue por el escalador argentino. El no tenia ego en este tipo de cosas, solo quería salvar a Germán.
Decidimos descansar un día para poder recuperarnos. En la bajada del Lhotse Mariano no fué capaz de ubicar nuestra carpa ni la comida que habíamos dejado en campo 3. Estas fueron malas noticias pues pensábamos que no teníamos tienda para usar alla arriba. Por suerte en nuestro día de descanso nos cruzamos al amigo Victor que venia bajando de la cumbre del Everest sin O2. El nos dijo que tenia una pequeña tienda en campo 3 que podíamos usar. Nuestros amigos de Alpine Ascents nos dieron comida para llevar. Asi que por suerte podíamos seguir adelante con el intento de cumbre. A la mañana siguiente Mariano y yo encaramos para arriba.
El fue mas rápido para ver que todo estuviera bien con la tienda de Victor. Yo iba subiendo muy lento porque estaba muy débil. Me tomó el doble de tiempo que lo habitual llegar al campo 3 y lo hice extenuada. Mariano pasó el tiempo de espera a que yo llegara haciendo una buena plataforma para la carpa y arreglándola. Finalmente conseguimos abrigo luego de mucho esfuerzo puesto en cavar nieve y arreglar goteras en la carpa. Planeamos que yo empezaría a subir a campo 4 (7800 msnm) a las 2 am. Me iba a tomar muchísimo al ritmo que venia. Mariano saldría a las 6 am y aún así seguramente me pasaría. El cargaría la carpa y el hornillo y yo solo lo mio personal.
Me desperté muy temprano y estaba lista. Me sentía muy positiva hasta que empece a caminar. Me di cuenta muy rápido de que iba demasiado lenta porque estaba cansada y exhausta de haber estado enferma tanto tiempo. Luché hacia arriba durante una hora con todas mis fuerzas. Pensé que había hecho un buen trecho hasta que me di vuelta, y literalmente, la carpa se encontraba a 50 mts de distancia. Estaba sufriendo mucho mas que nunca en la montaña y en este punto sabia que si continuaba subiendo no iba a poder bajar sin ayuda. Así q en este punto decidi volver a la carpa y luego pa´bajo. Expedición terminada. No quería poner a nadie en riesgo para tener que rescatarme. Mariano ya había hecho un rescate en esta expedición y había hecho mucho para ayudarme a mi a cumplir mi sueño en este débil estado.
Una vez en la tienda llame llorando a mi marido Nathan en Australia pues mi sueño (o quizás mi pesadilla) había terminado. El me hubiese querido decir que pegara la vuelta mucho antes pero sabía que la decisión la tenía que tomar yo. Por supuesto no fué fácil para él, escuchar mi desencanto pero estaba tranquilo de que no iba a tener que seguir preocupado por mi cada día.
foto de Allie Pepper.
Antes de encarar para abajo quise buscar mi equipo que pensé que estaba enterrado. Discutimos acerca de esto y Mariano pensaba que se lo habían robado. Como casi todo era mio, la tienda, la pala, el hornillo, y todo era caro, quise hacer un doble chequeo. Así que fuimos al lugar adonde lo habíamos dejado. Mariano empezó a cavar y yo pensé que estaba en el punto equivocado. De hecho yo cave donde pensé que estaba y para nuestra sorpresa luego de unos metros de nieve encontramos nuestro equipo. Estábamos contentos de haber dado con nuestro equipo! Pero esto significaba que teníamos mas peso que cargar hacia abajo incluyendo la carpa de Víctor.
Mariano bajó al campo dos por las cuerdas fijas a gran velocidad. En cambio yo por el contrario iba luchando con un pesado equipo. Fui muy cuidadosa porque estaba muy cansada y no quería cometer errores. El me esperó en la base de las cuerdas y llegamos al campo dos juntos.
Traté de encontrar en campo 2 a alguien que nos ayude a bajar el equipo porque estaba muy cansada. Por supuesto quería pagar para ello pero nadie estuvo dispuesto a ayudarnos. Asi que Mariano se cargo 40 kilos al lomo, yo 20 y así bajamos la cascada de hielo.
foto de Allie Pepper.
Fué muy duro para él pasar las escaleras en la cascada con tanto peso pero una vez mas demostró lo fuerte que era. El staff del campo base estaba esperándonos para bajar, asi que tuvimos suerte de que nos recibieran con una comida al llegar. Yo negocié bajar en helicóptero a Lucka al día siguiente por un buen precio con todo nuestro equipo.
Estábamos aliviados de no tener que caminar de regreso porque a este punto ya estábamos muy cansados.
foto de Allie Pepper.
No se como terminar este post porque me trae a la memoria muchos recuerdos de nuestros días juntos y es muy triste para mi. Compartimos tantas bromas y hablamos sobres nuestros sueños de aventuras durante las semanas que pasamos juntos.
Conmigo enferma durante tanto tuvimos mucho tiempo para hablar. El me compartió sus objetivos para el futuro y muchas historias sobre sus aventuras pasadas. Fuí afortunada de pasar ese tiempo con el antes de que se vaya a escalar al Nanga Parbat. El fue un verdadero amigo y el genuinamente quería ayudarme a alcanzar mi objetivo de subir el Lhotse sin oxigeno adicional. Hizo todo lo que pudo por ayudarme y compartimos el amor por la montaña y la altura.
Los dos fuimos obstinadamente ambiciosos y es por eso que nos llevamos tan bien. Aprendí un montón de el y pensaré en el mientras escalé el Makalu esta temporada, recordando todo lo que me enseñó. “Que maestro” (literal). El se fué pero no será olvidado. El continúa inspirando a todos los que lo conocimos para seguir alcanzando grandes alturas nosotros mismos.
...El creía en nosotros. |