TRAYECTORIA |
Francisco Pascacio Moreno, más conocido como el Perito Moreno, fue un científico, naturalista, conservacionista, político, botánico, explorador y geógrafo de la Generación del Ochenta de la Argentina.
A partir de 1863 estudió en el Colegio San José, y el Colegio de la Catedral al Norte. Ya a sus 12 años junto a sus hermanos, fundó un museo de historia natural, y a los veintiún años fue designado miembro de la Academia de Ciencias Exactas de Córdoba.
En 1874, emprendió su primer viaje a la Patagonia, impulsado por un espíritu de aventura, el interés por aprender sobre la geología, la historia natural, la flora y fauna de la región. A su paso por la localidad de Carmen de Patagones, ya había recolectado numerosos cráneos, puntas de flechas, puntas de lanza y sílices tallados. Es en este período, durante la presidencia de Sarmiento, que las autoridades argentinas le encomendaron sucesivas expediciones de exploración que tuvieron un doble objetivo: consolidar la soberanía argentina y recabar datos para el avance de las ciencias. Entre las expediciones; Bahía Santa Cruz, las playas de Pehuen-Co, recorrió la zona de Pehuenia, y en 1876, fue el segundo hombre blanco que llegó al lago Nahuel Huapi desde el océano Atlántico. Durante este viaje y su contacto con las naciones indígenas, Moreno quedó muy impresionado por el drama de estos pueblos despojados de sus tierras ancestrales. Por ello trató de humanizar las relaciones entre el gobierno argentino y los pueblos indígenas, abogando por la entrega de tierras a los originarios y el establecimiento de escuelas para sus hijos.
Durante la presidencia de Avellaneda, regresó a la Patagonia junto a Carlos Berg en la goleta “Santa Cruz” al mando del Comandante Luis Piedrabuena. La nave fondeó en la desembocadura del río Chubut, donde Moreno obtuvo gran cantidad de fósiles marinos. Luego de tres meses, la nave zarpó nuevamente, llegando a la boca de río Santa Cruz el 21 de diciembre. Remontó el río y lo recorrió en toda su extensión, llegando hasta sus nacientes el 15 de febrero de 1877. Allí, como defensor de la soberanía de Argentina sobre esas tierras, bautizó al lago que da origen al río con el nombre de lago Argentino y llegó a estar muy cerca del imponente glaciar que luego fue designado en su honor, aunque sin llegar a verlo. En su contacto con los indígenas tomó apuntes de su idioma, queriendo escribir un diccionario tehuelche. En febrero, descubrió y bautizó el lago San Martín, avistando el lago Viedma y el cerro Chaltén, al que identificó erróneamente como un volcán y lo designó con el nombre de Fitz Roy.
En 1879, durante la Conquista del Desierto, fue jefe de una nueva expedición al sur, para determinar los límites entre Chile y la Argentina. El 1 de abril de 1879 aceptó el encargo, solicitando, como única recompensa que todos los objetos coleccionados durante la expedición sean incorporados al Museo bajo su dirección. Estudió en su expedición los aspectos geológicos del trayecto desde puerto San Antonio a Nahuel Huapi, para la futura construcción de una línea de ferrocarril que, atraviese la Patagonia y una el Atlántico con el océano Pacífico. Esta fue su segunda visita a Nahuel Huapi, y comenzó a pensar en reservar esas tierras para la creación de un parque nacional. Avanzando a través de las tolderías, llegó hasta un lago al que bautizó lago Gutiérrez en memoria de su antiguo maestro. Era territorio mapuche, y los expedicionarios cayeron prisioneros de los indios, aunque lograron huir durante la noche.
En 1883 la Sociedad Geográfica de Francia le otorgó la medalla de oro.
A partir de 1885, fué miembro de la "Sociedad Exploradora de Paramillos de Uspallata”, en Mendoza.
Por sus conocimientos de la región andina austral fue designado en 1896, perito de la Comisión de Límites entre Argentina y Chile. También participaron Clemente Onelli, como secretario general, y Emilio Frey, como Topógrafo. El arbitraje le permitió a la Argentina retener 1800 leguas cuadradas de tierras.
En 1897, en los viajes que realizó a Chile como perito en límites, cruzó la cordillera de los Andes a lomo de mula junto con su esposa, y sus cuatro hijos, acompañados por el Dr. Clemente Onelli. En 1900 viajó junto con sus hijos a Londres, por trámites relacionados con el litigio limítrofe con Chile, para en 1903, viajar a la Patagonia.
En 1904 creó los comedores escolares donde, diariamente, se servían 350 platos de sopa costeados por él. Para hacer frente a los gastos, vendió las tierras que el Gobierno argentino le otorgó como reconocimiento por su trabajo como perito de límites.
En 1910 fue nombrado diputado nacional, y asumió también la presidencia de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes.
El 4 de julio de 1912 constituyó la Comisión Organizadora del Movimiento Scout en la Argentina.
Murió en 1919, y enterrado en el Cementerio de la Recoleta (Sobre su pecho llevaba un relicario con la bandera del Ejército de los Andes). En 1944 sus restos fueron trasladados a la isla Centinela, en el lago Nahuel Huapi.
Su última carta encontrada por su hijo, poco después de su muerte, decía: “¡Cuánto quisiera hacer, cuánto hay que hacer por la patria! Pero ¿cómo, cómo? ¡Tengo sesenta y seis años y ni un centavo!.. ¡Yo que he dado mil ochocientas leguas a mi patria y el Parque Nacional, donde los hombres de mañana, reposando, adquieran nuevas fuerzas para servirla, no dejo a mis hijos un metro de tierra donde sepultar mis cenizas!” |