Comencé a recolectar historias y leyendas mientras recorría las montañas y a la vez buscaba en libros y revistas material descollante. Todo ello se lo mandaba a Evelio. Sin embargo, a fines de 1992 recibo un voluminoso paquete con mi material y lo recolectado por el. Generosamente me lo ofrece y me pide que finalice el proyecto. Hubo muchas idas y vueltas, pérdidas de archivos digitales, probabilidades de edición truncas y mucho más. Afortunadamente, a principios de Octubre de este año, pudimos publicarlo con la editorial Cruzpampa editorial de temas relacionados con la montaña y el libro se puede comprar por Internet haciendo click AQUI.
Agradezco a Julieta Curti y Pablo Minteguía por la profesionalidad en la edición.
Adentrarse en las leyendas andinas de nuestro país es entrar a un mundo maravilloso. Hay historias de época prehispánica que se hunden en la noche de los tiempos, otras de época colonial y algunas contemporáneas, representativas desde Jujuy hasta Tierra del Fuego. Todas tienen una base cierta y con ellas el hombre de nuestros Andes trataba de explicar lo para ellos en muchos casos inexplicable. Orígenes de los animales y sus características, fábulas, formas e historia de las montañas y otros accidentes del terreno en el cual muchas veces los cerros toman atributos humanos y se aman o pelean, y por supuesto muchas leyendas de oro, tesoros y cogotes de guanacos escondidos esperando su descubrimiento. Y no me olvido de las atragantes narraciones sobre fantasmas y aparecidos, muchas veces son espectros de personas fallecidas en situaciones violentas y trágicas.
Como comentaba en otro párrafo, se ha tomado material de otros trabajos, muchos de ellos difíciles de conseguir, lo cual le da un valor mayor al igual que las recolectadas in situ por Evelio, por otros montañistas o por mí. Muchas veces, luego de entablar amistades con los lugareños, gendarmes o viales, ellos me brindaban su conocimiento lo cual me ha permitido conservarlos para la posteridad. Seguramente las 163 páginas del libro serán ampliadas en los futuros años.
... Mis últimas palabras hablarán de la Leyenda del Cerro Pata de Indio, en la zona de Agua Negra. Aunque no es una de las leyendas principales, fue la primera que escuché teniendo 17 años e intentando esta montaña de poco más de 5200 msnm. Mi fuente fue Don Geraldo (con l) Flores, un chileno analfabeto pero sabio a la vez, quien vivía solo en la Quebrada de Arrequintín. Mucho me contó el ermitaño, al cual frecuenté llevándole cosas y en una ocasión bajando a marcha forzada para llamar una ambulancia porque lo había picado un alacrán. Sus charlas amenizaban las comidas ilustrándome sobre los mitos de la zona: desde las luces que guiaban a los metales a la pisada marcada en grava en la cumbre del enhiesto cerro. Coroné mi primer cerro de alta montaña y logré mi primera leyenda, desde ese lejano momento no he parado de hacer ambas cosas. Buena lectura y que les guste el libro.
“Los pueblos que olvidan sus tradiciones no saben de dónde vienen ni saben adónde van, y se convierten en un conglomerado amorfo sin dirección ni sentido…” Sabias palabras de Jaime Dávalos.
En que montaña limítrofe se asegura que bailan los fantasmas de indios antiguos en un plato de oro? ¿Dónde se enterró el Tesoro de Atahualpa? ¿Y el Oro de Hitler? ¿Quién es el misterioso Jinete sin Cabeza? ¿Poqué se venga el Aconcagua? ¿Qué cerros se enojan y desconocen? ¿Qué cumbres cuida el Toro de astas de oro? ¿Donde mora la Pachamama? ¿Cuáles son los misterios del Llullaillaco?
¿Quién fué la Reina del Cerro? ¿A quiénes maldijo el padre Aimón? ¿En qué laguna se descubre al "Destapao" y se ubica la historia de la "Yegua que cayó del cielo"? ¿Qué secretos guarda el Famatina? ¿En qué socavón siguen laborando los fantasmas de los antiguos mineros? ¿Qué relatos contaban los Mapuches? ¿Porqué el Lanín se llama así? ¿Porqué los Yámanas temían al Arco Iris? ¿Qué historias atesoran el Chaltén y el Cerro Torre? ¿Dónde aparece la Ciudad de los Césares?
Estas y otras respuestas sobre las montañas de nuestro país en este atrapante y apasionante libro. |