Todas las especies menos una, C. catalinensis, son fácilmente reconocibles por el característico sonido de su cascabel el cual se encuentra en la punta de la cola. No hay que confundir este género con la especie más pequeña del género Sistrurus, que también tienen un cascabel, pero no tan desarrollado. Se han reconocido 29 especies de serpientes de cascabel.
Son las más venenosas de Norteamérica. Algunas especies pueden alcanzar hasta 2,5 metros de largo, y 4 kg de peso. Según la especie exacta, tienen un cuerpo delgado y compacto. Su cabeza es más bien plana y se distingue claramente del cuello. El cuerpo está rodeado de escamas que están colocadas en 21 - 29 filas. El color de fondo del cuerpo va de amarillento a verdoso, rojizo a pardo e incluso negro. Una fila de manchas oscuras de forma romboédrica pasa por el dorso y los laterales.
Normalmente viven en bosques y en zonas costeras. Su piel con círculos amarillos, está marcada en el centro por colores negros (parecidos a diamantes) hace que este tipo de reptil sea el mejor adornado de todo Norteamérica. La cabeza es según la subespecie generalmente unicolor aunque hay una banda más oscura desde la sien hasta la boca. La cola suele tener anillos alternantes más claros y más oscuros. Por debajo, el color de la serpiente suele ser más claro y puede llevar manchitas.
El cascabel lo forman unos estuches córneos en el extremo de la cola que en caso de peligro les permiten emitir un sonido de aviso de que es peligrosa y quizá proteja la serpiente de ser pisada por los grandes mamíferos.
Erróneamente se cree que cada año se añade un aro más a este cascabel, lo que permite estimar la edad del animal. Sin embargo, es falso, el crecimiento del cascabel está relacionado directamente con las mudas de piel; es decir que por cada ocasión que la serpiente mude de piel, crecerá un aro más, y debido a que una serpiente puede mudar más de una vez al año, e inclusivo perder el cascabel total o parcialmente este método para determinar la edad no resulta eficiente. |