Es una enfermedad transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti y que también se puede contraer a través de relaciones sexuales. El mismo además, puede ser portador del virus del dengue y de la fiebre amarilla, así como de otras enfermedades, como la chikunguña, y el Virus Mayaro. Puede vivir de 1 a 2 meses y la hembra es la única que se alimenta de sangre (hematófaga).
¿Cómo se transmite?
Se transmite a través de la picadura de un mosquito Aedes aegypti infectado con el virus zika. También se puede transmitir de persona a persona a través de relaciones sexuales. Las mujeres embarazadas o en edad reproductiva deben extremar las medidas de prevención de picaduras de mosquitos y utilizar preservativos, debido al riesgo de malformaciones fetales, como microcefalia.
¿Cuáles son los síntomas?
Tras la picadura del mosquito, los síntomas de enfermedad aparecen generalmente después de un periodo de incubación de 3 a 12 días.
En los casos que presenten síntomas, los mismos pueden manifestarse de forma moderada o aguda, e incluyen:
Fiebre
Conjuntivitis no purulenta
Dolor de cabeza
Dolor de cuerpo
Dolor en articulaciones (principalmente manos y pies)
Decaimiento
Sarpullido
Inflamación de miembros inferiores
Además, esta enfermedad puede ocasionar problemas neurológicos.
¿Cómo puede prevenirse?
Con la eliminación y el control de los criaderos del mosquito Aedes aegypti, disminuyen las posibilidades de que se transmita zika, así como también dengue y chikungunya.
Eliminando todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
Dando vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores).
Cambiando el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja a fin de desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.
Rellenando los floreros y portamacetas con arena húmeda.
Manteniendo los patios limpios y ordenados y los jardines desmalezados.
Limpiando canaletas y desagües de lluvia de los techos.
Tapando los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.
Usando siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
Utilizando ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
Colocando mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en la habitaciones.
Protegiendo cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
Utilizando repelentes ambientales como tabletas y espirales.
Según la OMS, se estima que esta especie de mosquito causa 50 millones de infecciones y 25 000 muertes por año.